EL BALÓN DE NIVEA EN UNA PLAYA DE CARDOS

Al hilo de esta última semana, en este post pre-vacacional me gustaría compartir otra de las absurdas teorías de este blog de todo a cien.

En este caso hablaremos de “La teoría del balón de nivea en una playa de cardos”, o como en esta vida el entusiasmo en proyectos en general y en la música en particular se suele parecer a los balones de playa de Nivea, son muy fáciles de hinchar, pero por otro lado también es muy fácil que se pinchen  o simplemente se desinflen.

En concreto yo lo llevo a mi terreno y hablo de que cuando tienes un proyecto (en este caso musical) es muy fácil hacerte ilusiones rápidamente. Por ejemplo cuando conoces a alguien de alguna radio o te dan el teléfono de algún jefe de alguna compañia discográfica importante. También sucede cuando te das cuenta que a alguien le gusta realmente tu trabajo y lo comparte.

Pero metámonos en situación…

Primer día de agosto de algún año de los 80. Empiezan tus ansiadas vacaciones de verano.

El incontrolable y efímero balón de Nivea

El incontrolable y efímero balón de Nivea

Llevabas todo el año trabajando duro para no suspender ninguna y poderte ir de vacaciones sin estar pendiente del puñetero libro de Vacaciones Santillana (en que momento dejó el fúbol el mamón) y disfrutar a tope de tus merecidas vacaciones.

Pero el problema es que como tus padres eran de clase media y fans de facebook de “la cofradía del puño cerrado” pues en vez de ir a San Juan o a Agua Dulce, cogieron el apartahotel a 5 kilómetros a las afueras de la playa de arena fina. Pero claro eso no dependía de ti, bastante hicieron con ir de vacaciones después de haber comprado el R-5.

Axioma 1.- Nacer con talento es como nacer con dinero, primero no depende de ti y segundo si no has nacido con él, sólo te queda currártelo más para llegar al mismo sitio, o al menos a 5 km.

El caso es que volviendo a la historia, aunque en el anuncio ponía  en primera línea de playa no especificaban en que playa y al final te ves pasando tus vacaciones en una playa llenita de piedras, rocas y algún cardo.

Desgraciadamente en ese momento casi te quejas de tu mala suerte cuando te das cuenta que lo peor de esa playa es que por ahí nunca pasan los aviones de Nivea, esos que tiran miles de pelotas de plástico.

Pero esa sensacion de tristeza sólo te dura un segundo, porque al momento decides que lo que tienes es que disfrutar al máximo los quince días de vacaciones, aunque sea en esa playa pedregosa y te pones a hacer tus castillos de arena a tu rollo. Porque en el fondo eres muy afortunado de poder vivir eso.

Y entonces justo en ese momento oyes en la lejanía un ruigido de motor viejuno, y ves como a lo lejos se acerca un destartalado aeroplano de Nivea, que se ha despistado de su ruta por Agua Dulce y pasa por casualidad por esa misma playa. Entonces al hacer un giro raro para volver a su playa se le cae por descuido un arrugado balón de playa, ante tu mirada de asombro.

Pero no es sólo eso, porque aunque la playa no era muy buena, pero resulta que estaba llena de un campamento de instituto con muchos chicos como tú, incluso más rápidos, y más altos que tú. Pero a pesar de eso, por otra racha extraña de viento, la deseada pelota te cae justo enfrente de tí y de tu cutre castillo de arena.

Axioma 2.- La clave es disfrutar del mismo proceso de hacer castillos de arena, independientemente del resultado o si otros hacen mejores castillos, ya que siempre hay y habrá factores del destino que primero nunca podrás controlar y segundo son cambiantes y subjetivos como las rachas de viento

Un castillo de arena más grande que mi casa

Un castillo de arena más grande que mi casa

Entonces lo primero que haces es inflarlo rápidamente, porque además ese tipo de pelotas son rapidísimas de hinchar, casi se hinchan solas  y te pones a pegarle patadas como un loco.

El problema es que eres consciente que si hubieras estado en otra playa de arena más fina el balón te hubiera durado todo el verano pero como por tus circustancias en esa playa más cardos que en un karaoke de madrugada, pues juegas sabiendo que lo mismo se pincha antes de que acabe el día.

También ocurre que inexplicablemente la misma facilidad de esas pelotas en inflarse, es la misma que tienen para desinflarse. De hecho está demostrado que si quieres jugar con ellas durante todo el verano tienes que rellenarlas de aire cada día.

Axioma 3.- El entusiamo es como un Balón de Nivea, es necesario insuflarlo de aire cada día, como lo dejes, se desinfla. Es un hecho.

Y la historia acaba ahí, sin final y sin conclusión. Quizás la pelota se pinche (lo más probable) o no. Pero lo que tienes claro es que si se pincha tú segirás disfrutando haciendo tu castillo de arena. Y por el contrario si no se pincha pues jugarás todo el verano con tu ilusionante y reluciente pelota de Nivea.

Felices vacaciones. Nos vemos a la vuelta¡¡

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