La idea de hacer un concierto en Barcelona fue algo alocado, una idea de esas que se tienen entre copas pensando más con el corzón que con la cabeza. Quizás son ese tipo de ideas las que siempre deberíamos intentar cumplir.
Davile y yo llevamos muchos años pedaleando juntos en esta etapa alpina que tanto nos engancha. Con Magnética, grupo del que os hemos hablado muchísimo en este blog compartimos una forma de ver la música, algo que va más allá de los éxitos que se consigan.
Y con eso en la maleta nos fuimos para Barna gracias a Fabián, otro crack de la música que ya juega en la zona champions y que nos puso en contacto con esta fantástica sala. Y la verdad es que no podría haber habido ningún escenario mejor para nuestras canciones. Si alguien está en Barcelona que no dude en tomarse algo en la sala Vart, en el barrio de Sarriá a nuestra salud.
La idea del concierto fue ir alternando los temas de Davile y los míos, haciendo un concierto cercano que es como mejor sepresentan las canciones, con poca ropa. Barcelona es una ciudad llena de propuestas de ocio y pensábamos que tocaríamos para 3 personas, la verdad. Y sorprendentemente asistieron más personas de las que hubiéramos pensado para no ser “nuestra” ciudad. Fue genial.
Concierto en Barcelona
Así que la verdad es que hubo muy buen ambiente incuso conocimos a muchos conocidos virtuales. Con los que tuvimos la suerte de tomarnos algo después. Este tipo de cosas es con las que uno alucina, la verdad.
Además puedo decir que tengo muchos amigos incluso familia postiza. Pues eso que es una ciudad flipante.
Del Valle & Matellán en Barcelona
Personalmente Barcelona es una ciudad que me fascina y que ha estado muy presente en muchos momentos importantes en mi vida, ya sea como cambio de etapa o como fuente de inspiración. Después del concierto tuve la misma sensación, se acerca un fianl de etapa y el comienzo de una muy ilusionante.
Pero yendo al grano. El concierto de Davile sorprendió a mucha gente. Tocó temazos nuevos y alguno de Magnética. Tiene una magia especial para hacer letras que saben entrar fácilmente en cada uno como un cuchillo caliente en mantequilla, hablando de relaciones personales como si uno pensara que las canciones las han escrito por uno mismo.
Por mi parte no faltaron los clásicos de “todo a cien” como 4 horas, Soy, Peter Pan, Fábula, y alguna nueva como Pura velocidad, o Caníbales, envueltas en alguna dedicatoria. Creo que sin duda el público es el mejor juez de las canciones.
Sin duda fue una noche para el recuerdo, un gran concierto en el que el puente aéreo se lleno de canciones sinceras, sembrando otra semillita más, porque nunca se sabe en qué nuevo corazón crecerá una vieja canción.
Concierto marcos del valle en Barcelona
